RIDÍCULO, ¿DE QUIÉN?
RIDÍCULO, ¿DE QUIÉN?
Calificar la
derrota del RCDE Espanyol en San Mamés como “el mayor ridículo de las últimas décadas”,
demuestra poca memoria o voluntad de meter mierda. Ganando o perdiendo, el
Espanyol 2024-25 da para lo que da y es muy justito para salvar la categoría.
Lo sabemos
todos. Por enésima temporada, el Espanyol está deportivamente mal estructurado
y con carencias en todas sus líneas, excepto la portería. La ausencia de
talento en el césped es tan evidente, como la dificultad de confeccionar una plantilla
nueva, sin disponer de 1 euro y con el agravante de
haber perdido al mejor delantero. Lo sabemos todos y lo sabe quién califica de “ridículo
histórico”, una derrota en San Mamés ante el proyecto deportivo más definido y
estable del futbol nacional.
Ridículo fue
defender a ultranza a Diego Martínez, gastarse 40 millones en un mercado
invernal y bajar a Segunda con 25 puntos, empatar en Andorra, perder contra
Villarreal B o pasar vergüenza delante del televisor en tantos y tantos
partidos de la era Chen. Ayer. En San Mamés, al Espanyol le aplastó una apisonadora
bilbaína dirigida por jugadores con arraigo, que se entrenaron con un sparring
repleto de jugadores normalitos, la mayoría cedidos, que quieren, pero no
pueden, porque no saben.
Si a lo
anterior le añades que el presupuesto del Athletic Club dobla el del Espanyol,
y el club vasco dispone de un límite salarial 12 veces superior al catalán, hay
que archivar el partido en la carpeta de bodrios pericos, aceptar que la
derrota forma parte del deporte y felicitar a un rival que fue superior y nos
desbordó en todas las facetas del juego. Pero, sin cebarse. Perder en San Mamés,
o en cualquier campo del mundo, por incomparecencia mental y ausencia táctica, duele,
cabrea y da ganas de coger gasolina y un par de cerillas, pero estando el Club en modo supervivencia, debe servir para
reflexionar, meditar, apretar los puños y enfocar nuestra rabia en ganar el próximo
partido en casa contra Sevilla. No podemos quemar nuestra propia casa. Para
eso, ya está Chen.
El Club, no
el equipo, está en manos del enemigo. La exigencia en el césped, debe ser
proporcional a la realidad, aunque nos joda aceptarla. El Espanyol 2024-25 en
Primera, es inferior al de la 2023-24 que jugaba en Segunda y tuvo serias
dificultades para ascender.
Hay críticas que, siendo ciertas, no suman y desvían la atención del auténtico problema: Chen Yansheng y el Espanyol low cost que ha diseñado, para convertir el talento del césped en dinero para su bolsillo.
Angel Bergadà, 20 octubre 2024
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