LUÍS GARCÍA
LUIS
GARCÍA, ENTRENADOR DEL RCD ESPANYOL.
“Lo mejor
de Barcelona es ser del Espanyol”.
“Si
alguien da por muerto al Espanyol, es que no conoce a los pericos”.
Empiezo por reconocer que, con el
fichaje de Luís García como entrenador del Espanyol, me dejé llevar por la
ilusión y recuerdo de aquel delantero que besaba el escudo, daba volteretas de
felicidad cuando marcaba un gol y nos decía lo que los pericos queríamos oír.
Lamentablemente, aquella ilusión ha dado paso a un montón de dudas, por no
saber, o no querer, adecuar su sistema a las características de los jugadores.
Los entrenadores que presumen de “morir con sus ideas”, no se dan cuenta de
que, si fracasan, quien realmente muere es el equipo.
Conozco bien la pasión del entorno
RCDE y su tendencia al todo o nada, sin dejar espacio a los matices. Por ello
creo conveniente recordar que “dudar” significa “no estar seguro de algo o de alguien” y no implica ser anti o pro. En mi
caso, quiero dejar claro que mis dudas son sobre el sistema de Luís García,
pero ni mucho menos soy contrario a su continuidad, al menos, por ahora. Deseo,
eso sí, que recapacite y recuerde que en futbol profesional, el crédito y la
paciencia no son infinitos para nadie. ¡Yo solo soy pro RCDEspanyol!
ARBITRAJES:
La pasada
temporada estuvo marcada por la descarada y determinante persecución arbitral
que sufrió el RCD Espanyol. ¿Posibles motivos? El 2 de enero 2023, el Espanyol
impugnó el derbi disputado dos días antes en el Camp Nou, por alineación
indebida de Lewandowsky que jugó pese a estar sancionado con tres partidos. Al
mes siguiente, el RCDE hizo un comunicado oficial animando al resto de clubes y
organismos a dar un paso al frente en la condena del Barçagate, Caso Negreira.
La búsqueda
de justicia y transparencia no acostumbra a gustar a quien se mueve entre
chanchullos y asuntos turbios y la reacción de la RFEF no se hizo esperar. El órgano
que dirige y controla las designaciones arbitrales a través del Comité Técnico
de Árbitros, activó su maquinaria y nos dedicó una colección de decisiones
arbitrales contra el Espanyol tan escandalosas, que rozaban el esperpento. Si a
esto le añadimos el público deseo del Señor de Los Dineros, Jaume Roures, de ver
al Girona FC convertido en el segundo equipo de Catalunya, entenderemos porqué
bajó a Segunda un equipo que, incluso jugando fatal, tenía a más de tres
equipos peores.
LUÍS
GARCÍA
El Espanyol se
enfrentaba al momento más delicado de su historia. El equipo de Diego Martínez
tan solo había sumado 27 puntos en 27 partidos. Números de claro descenso para
un equipo que, por presupuesto y límite salarial, debía luchar por cotas
bastante más ambiciosas. Y por petición popular, llegó Luís García. Su carácter
contagiosamente optimista y su más que probado amor al RCDE, debían cambiar la
dinámica mental de unos jugadores desquiciados por el ego de Diego Martínez.
Si nos
basamos en méritos estrictamente deportivos, el fichaje de Luís García suponía
un enorme riesgo, pues su experiencia en los banquillos se limitaba al Juvenil
de la Damm y a un desconocido Internacional de Madrid (Madrid C) de la 3ª
división RFEF. ¿Cuáles fueron los motivos de su elección en un momento crucial?
En mi opinión, Chen optó por el que menos cobraba y con Luís, los directivos
tenían el paraguas perfecto por si la cosa no se enderezaba. Era el preferido
de la afición, su deseo, su ídolo, su clavo ardiendo al que cogerse. Nada que
perder (“solo” la categoría) y mucho a ganar si el equipo se salva, debieron
pensar Mao, Catoira y compañía. Con Pochettino sonó la flauta, pero en esta
ocasión las ganas y entusiasmo de Luís García no solamente no mejoraron al
jodido pero contento Diego, sino que fueron ligeramente peores (10 puntos en 11
partidos).
REALIDAD
VS SENSACIONES CON EL 30% DISPUTADO DE LA LIGA HYPERMOTION.
REALIDAD: El
Espanyol está en ascenso directo. A estas alturas, es de locos plantearse un
cambio en el banquillo local del Stage Front Stadium. Lo mejor que le puede
pasar a un equipo es no tener que sustituir a su entrenador. Deseo, por tanto,
que Luís García acabe la temporada y devuelva al Espanyol a Primera. Punto.
SENSACIONES:
Preocupación. El Espanyol no intimida. Dudas sobre el sistema de juego.
Incapacidad de contrarrestar el sistema del rival, por básico que sea (Leganés).
EL
SISTEMA DE LUÍS:
La propuesta
futbolística de Luís García me parece monótona, descompensada y peligrosa para
nuestros intereses. El Espanyol empieza todos los partidos presionando alto con
2, 3 y hasta 4 jugadores, pero tal vez lastrada por un estado físico que podría
ser mejor, esta presión le dura solo 15 minutos. A partir de ahí, a esperar que
los pases filtrados de Aguado y Nico (muy pocos por partido) puedan abrir la
lata y confiar en el talento en cuentagotas de Braithwaite, la voluntad y
capacidad de sacrificio de Puado y las intermitencias de Pere Milla.
El juego me
parece excesivamente atrevido en ataque, a veces alocado y basado en arreones
de jugadores que dejan desprotegida la peor línea del equipo: la defensa. En la
sala de máquinas, donde teóricamente debe fabricarse el futbol atractivo del
que muchos pericos hablan, y personalmente no acierto a ver, todo se limita a una
absurda sucesión de pases cortos y horizontales que acaban provocando una
pérdida de balón y el consecuente pánico general del sistema defensivo incapaz
de contrarrestar los contraataques del rival, dada la lentitud de Cabrera,
Calero o Sergi, cuando deben correr hacia atrás.
La famosa
salida de balón merece capítulo aparte. ¿Personalidad? ¿Tozudez? ¿Ausencia de
plan B? ¿Ruleta rusa defensiva? Nuestros centrales y portero desquician al
aficionado abusando de pases horizontales y hacia atrás. Pacheco a Calero,
Calero a Cabrera, Cabrera a Calero, Calero a Pacheco que pisa el balón para
parar el juego y provocar la presión de unos jugadores contrarios que no caen en la
trampa, porque saben que así dejan al Espanyol sin argumentos de salida. El
medio centro desesperado baja a recoger la pelota entre centrales, pero la
devuelve al portero al no tener líneas de pase (es él quien debería recibir).
La solución habitual es el patadón largo de Cabrera, que normalmente falla,
buscando al extremo que no tenemos. Con todo ello, hemos ralentizado la
transición defensa – ataque y dado tiempo al contrario a recuperar su posición.
Siempre lo mismo. Absurdo, ¿verdad?
FRAN
GARAGARZA:
No me olvido
de Fran Garagarza. Además de buena persona, amable con los aficionados, asiduo de
la Dani Jarque y capaz de remangarse camisa y pantalones para achicar agua del
césped artificial en un partido del Femenino, es un experimentado director
deportivo que en el Eibar hizo milagros con poco dinero. Hay que darle tiempo
y, sobre todo, dinero para fichar.
En este su
primer mercado como máximo responsable deportivo del RCD Espanyol, ha
demostrado ser un excelente negociador que le ha llenado el bolsillo a Chen,
pero un director deportivo que no ha satisfecho las necesidades de su
entrenador. Cierto es que vendiendo por 35 y fichando por 3, por prescripción presidencial, pocos
milagros se pueden hacer.
Sus
fichajes:
VICTOR RUIZ:
No ha debutado a 25 de octubre.
RAMON: Pese
a levantar pasiones, me parece un mal lateral y regular extremo.
AGUADO: De
momento no aguanta los 90 minutos y no hace olvidar a Darder.
SALVI: Ni
fu, ni fa.
KEITA BALDE:
Me ilusionó su llegada. El Mónaco lo fichó por 30M en 2018. Aquí, hasta ahora. solo
hemos visto pinceladas de jugador alocado, con muchas ganas de gustar, pero
absolutamente irrelevante en rendimiento.
PERE MILLA: Aunque
demasiado intermitente, el único fichaje que demuestra nivel para el Espanyol.
Mención
especial para Simo y Koleosho: Buenas ventas de dos jóvenes, que hoy
serían titularísimos en este equipo.
CONCLUSIÓN: No
hay proyecto deportivo sin una perfecta comunión de ideas entre el entrenador y
director deportivo, y un propietario que decida poner el dinero en el campo y
no en el banco. Hasta ahora, el mutrikuarra parece remar en una dirección, el
ovetense en otra y el cantonés no ha visto un remo en su vida.
Créanme, por
más que reme la afición, sin dinero es imposible mover el barco.
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