NO ES VUESTRA FIESTA

El perico está de fiesta. Poco motivo de celebración debería ser ganar en Ipurúa en el minuto 98, después de hora y media de juego ramplón, sin rumbo, ni ideas, pero no estamos para exquisiteces y nuestra salud nos pedía respirar hondo. Sabemos que las alegrías duran muy poco en casa del pobre y, cuando llegan, lo hacen en cuentagotas que se evaporan con rapidez. Por eso, ahora le damos categoría de extraordinario a algo que debería ser normal: Ganar al Eibar. Necesitábamos celebrar algo. Necesitábamos salir de esta permanente situación de angustia y corazón encogido, desde que Chen le dijo a Mao que tururú y que su juguetito ya no le gustaba. Sin embargo, con buen criterio, ningún aficionado lanza las campanas al vuelo. Después de 28 partidos ha visto a su Espanyol jugar con más pena que gloria y ser vapuleado por varios rivales claramente inferiores. El perico no las tiene todas consigo, pero lo celebra siendo consciente que la actual segunda posición que ostenta en la tabla, respo...